El apóstol Pablo frecuentemente menciona la palabra "gozo" a lo largo del libro de Filipenses, aproximadamente 17 veces, y solo antes del capítulo 3, ya la había utilizado 8 veces. Por ello, esta epístola es conocida como "la carta del gozo", en la cual Pablo se dirige a los creyentes enfatizando este concepto. Pero ¿cuál es la razón de esta insistencia? ¿Qué relevancia tiene el gozo en la vida? No se refiere a un gozo ordinario, sino al gozo que proviene del Señor. Al estudiar las palabras de Pablo, se descubre un mensaje trascendental para todos.
Pablo, quien escribía desde la prisión y había experimentado violencia, difamación, pobreza, naufragios y múltiples amenazas de muerte, persistía en hablar del gozo del Señor. Esto se debe a que conocía profundamente al Señor y deseaba profundizar aún más en ese conocimiento. A pesar de sus sufrimientos por el evangelio, reconocía que Jesús había hecho mucho más por él y por la humanidad. Jesús nos salvó, nos redimió, nos liberó de la muerte eterna, nos perdonó, nos sanó y nos justificó; viendo esto en perspectiva, es indudable que debemos regocijarnos.
Al comparar nuestros sufrimientos, desafíos y padecimientos con lo que Jesús ofrece, las palabras de Filipenses 3:1 "Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro." cobran vida. Por esta razón, el apóstol Pablo reiteraba este mensaje, pues representaba seguridad, firmeza, verdad y certeza.